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El verano parlanchín
 Érase una vez una estación del año llamada Verano a la que le gustaba mucho el Sol. Le gustaba tanto el Sol que se pasaba hablando con él todo el día. El astro era su mejor amigo.
El Sol estaba todo el día aburrido, lanzando sus rayos hacia la superficie de la Tierra, sin hacer nada más. Por eso, cuando el verano platicaba con él, se distraía y pasaba un buen rato.
Un soleado día de verano, en la playa, una nube envidiosa, aprovechando que el astro estaba distraído hablando con el verano, se coló por delante del Sol y el cielo empezó a nublarse.
La gente de la playa miró hacia arriba y comenzó a marcharse, recogió sus sombrillas y sus toallas. El cielo estaba nublado y por lo tanto los visitantes se fueron a sus casas. Cuando el Sol se dio cuenta, la playa estaba desierta. El Sol se puso muy triste y pensó que no era bueno para hacer su trabajo.
El verano también se dio cuenta y le pidió perdón:
—Querido Sol, nunca más volveré a distraerte tanto mientras estás trabajando. A partir de ahora no seré tan parlanchín. Tu trabajo es muy importante y tú lo haces muy bien, es culpa mía porque no te respeté.
El Sol sabía que su amigo era bien intencionado y siguieron siendo tan amigos como antes. Eso sí: nunca más el verano volvió a distraer al Sol cuando estaba trabajando.
http://www.cuentosinfantilescortos.net/cuento-el-verano-parlanchin/. (Adaptación)
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