Tirar, tirar, tirar…
Botellas, latas, billones de bolsas de plástico, ropa que se cambia cada temporada, artículos de limpieza de un solo uso, navajas de afeitar desechables, el celular o la computadora que pronto habrá que renovar, materia orgánica que podría aprovecharse para hacer abono...
¿De dónde extraemos las materias primas para tanto consumo? ¿A dónde va a parar tanta basura? La capacidad de la Naturaleza para proporcionarnos recursos y asimilar nuestros desechos es limitada. La sociedad de consumo se ha convertido en la sociedad de la basura, y 90% de los desechos acaban en tiraderos o quemados en incineradoras. Para generar menos basura, debemos, entre otras cosas:
• Evitar los productos de usar y tirar.
• Evitar el exceso de envolturas.
• Cobrar por las bolsas de plástico para reducir drásticamente su despilfarro.
• Emplear envases reutilizables.
• Separar los restos de los alimentos para hacer composta, que se podrá aprovechar como abono.
• Recoger los celulares, las computadoras, los electrodomésticos, etc., para reutilizarlos o reciclar sus componentes.
Reducir, reutilizar y reciclar. Y el “premio” es para...
¡La bolsa de plástico! Compañera habitual de nuestras vidas y símbolo del consumismo más absurdo:
- Se fabrican BILLONES cada año.
- Su vida útil es muy breve.
- Invaden ríos y mares, se amontonan en los tiraderos de basura, contaminan cuando se queman en una incineradora...
- Claramente se han convertido en una plaga, pero, ¿qué tiramos?
¿Incineradoras? No son la solución
- Emiten a la atmósfera dioxinas y furanos, compuestos altamente tóxicos incluso en concentraciones muy bajas.
- Dejan cenizas y restos tóxicos equivalentes a una tercera parte de la basura quemada.
- Aunque en algunos casos se aproveche la energía que producen, es más la energía que se ahorra si se reutiliza o se recicla la basura.
¡Investiga y actúa!
¿Qué productos de usar y tirar utilizas en casa? Puedes organizar un plan para ir sustituyendo algunos de ellos.
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