El Everest: una montaña de basura
Chomolungma, el nombre tibetano de esta famosa montaña de
8 848 metros significa: madre del mundo.
La montaña Chomolungma es más conocida por su nombre masculino:
monte Everest, que se debe al coronel que determinó, en 1841, que se
trataba del punto más alto del mundo.
Los excursionistas son cada vez más habituales en sus faldas y no todos
pretenden escalar la cima. Hasta 300 personas pueden coincidir a la vez
en las pistas y en los campamentos base, donde descansan. Este hecho
plantea graves problemas de contaminación.
Antes de llegar a la cima, los alpinistas y muchos excursionistas no dudan
en tirar allí mismo lo que les molesta: residuos alimenticios, envolturas
de todo tipo, botellas de acero (para el oxígeno), colchones de espuma,
sacos de dormir, estufas, restos de tiendas, baterías o pilas (para las que no
existe ningún protocolo de recuperación de residuos allí arriba).
Afortunadamente, desde hace poco se organizan expediciones para
recoger todas estas basuras. Desde la primera expedición se han
recogido 30 toneladas de basura. Desde 1976 el Everest está clasificado
como parque nacional y, por lo tanto, está mejor protegido.