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Secretos de las estrellas
Desde tiempos muy antiguos, a la gente le ha dado por ver el cielo y preguntarse qué tanto pasa “allá arriba”. De todos los cuerpos celestes, quizá son las estrellas las que más nos han cautivado por su belleza y misterio.
Conforme avanzó el siglo xx, se descubrieron varios secretos de las estrellas, aunque sin disminuir la  admiración de la humanidad por ellas. El hallazgo más importante, quizás, ha sido que nuestro Sol, al cual debemos la vida por su luz y calor, es una estrella también. Después del llamado Astro Rey, la estrella más cercana que tenemos es Próxima Centauri, que se encuentra a 4.25 años luz de la Tierra. ¡Recorrer el equivalente de esa distancia en automóvil por carretera a 90 kilómetros por hora nos tomaría 52 millones de años!
Otros datos importantes de las estrellas: están compuestas primordialmente de un tipo de gas, el hidrógeno. El interior de una estrella podemos imaginarlo como una especie de infierno, en el sentido de que ahí se generan luz y calor de manera inimaginable, un poco comparable a los de muchas bombas nucleares. Ahora bien, casi como un ser vivo, una estrella tiene un ciclo de vida. “Nace” formándose de densas nubes de gas y polvo que flotan por el universo. Después de millones de años, cuando el centro de hidrógeno de una estrella se consume, ésta se agiganta primero (cuando esto ocurra a nuestro Sol, se “tragará” el planeta Tierra, Venus y Mercurio) para después disminuir de tamaño.
Algunas estrellas se convierten en hoyos negros: una región en el espacio que absorbe todo lo que la rodea… hasta la luz.
Daniel Escoto
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