Así nació Guau Wash Móvil, un servicio que a través de acciones tangibles (baño de perros) y el empleo
de una serie de herramientas, le permitía efectuar su trabajo y crear los beneficios deseados por los
clientes en los lugares que ellos preferían (las puertas de sus casas). Eso sí, los clientes que
deseaban los beneficios de este tipo de servicio, denominado procesamiento hacia las personas, debían
cooperar de alguna manera con la operación. Por ejemplo, si la señora Rosa requería que Guau Wash
Móvil bañe a Sultana, su pequeña, temerosa y peluda mascota, al menos debía llevarla hasta la puerta
de su casa.