Enseguida, le limpió las orejas y los ojos con pañuelos desechables para bebé, a la par que le hablaba
suavemente. Revisó su pelaje y piel para asegurarse de que no hubiera garrapatas ni problemas
cutáneos, le arregló las uñas con rapidez y roció un acondicionador de hierbas y desodorante en el
ahora brillante pelaje de Golfo y lo cepilló. Finalmente, mientras el perro regresaba al patio de su
casa, Elena le dio unas palmadas y una gran galleta especialmente formulada para proteger sus dientes.
Con ello, el trabajo de Guau Wash Móvil terminaba y los clientes quedaban felices y cada vez valoraban
más el aseo canino como un servicio que trae beneficios a la salud de sus mascotas y de sus familias.