El Financiero, 16 de febrero de 2007

Lizbeth Pasillas.

En dos años, Singapur será una ciudad totalmente wireless, es decir, tendrá Internet inalámbrico disponible en todo su territorio.

Ese solo servicio parece confirmar que en Singapur, la apuesta a la tecnología y a la innovación es fundamental. Hoy, en su aeropuerto ofrecen servicios de computadoras e Internet gratuito a los viajeros.

En esta ciudad-país, que depende principalmente de las exportaciones – sobre todo de las del sector electrónico e industrial- , son bienvenidas todas las personas calificadas que puedan aportar innovación. Es la cultura de la meritocracia: los mejores trabajadores tienen un lugar aquí.

Se estima que de los más de cuatro millones de personas que habitan en Singapur, cerca de un millón son extranjeros, muchos de ellos presidentes y directores de empresas multinacionales, pero también muchos investigadores y científicos.

¨Singapur le ha entrado al tema de la generación del conocimiento, en donde una patente vale más que una industria completa.

Bahiopolis es el centro neurálgico de los esfuerzos de Singapur par ala generación del conocimiento. Su meta principal es la investigación científica, especialmente genética y biomedicina, etcétera.

“Es una especie de parque industrial con instituciones de investigación biomédica y científica impresionantes. Y además de que le invierten mucho dinero, abren las puertas para científicos extranjeros, para traerse talentos.”

Además de los científicos, se han instalado ahí empresas farmacéuticas y universidades.

Singapur, sin embargo, tiene también restricciones fuertes en un sentido para la migración. Si bien está abierto a la migración calificada, define quiénes pueden entrar y cuánto tiempo permanecerán en la isla.

Para los proyectos de alta tecnología, esta ciudad-Estado tiene desarrollado un sistema de incubadores que le ha permitido llevar a empresas desde cero a la rentabilidad. Cuando un proyecto logra obtener un crédito bancario, las autoridades pueden hacer también una aportación en la misma proporción.

Podría decirse que Singapur está en construcción. Ciudad de rascacielos y de multifamiliares se pueden observar numerosos edificios y nuevos departamentos en obra negra. Y se espera que, al contar con más infraestructura de transporte público, ese boom inmobiliario crezca aún más. Dentro de 20 años, la ciudad tendrá 6.5 millones de pobladores, proyección par ala cual desde ahora ya se planea la vivienda, la recreación y el transporte.