Cuando inicia el ciclo agrícola primavera-verano, los tomadores de decisiones en el campo se encuentran frente a la disyuntiva de escoger qué sembrar.

Hay dos factores importantes para seleccionar el cultivo y éstos son la disponibilidad de agua y las expectativas de precio.

Por disponibilidad de agua entendemos al liquido almacenado en presas y embalses para el caso de zonas irrigadas y a los pronósticos de lluvia en el caso de zonas de temporal; sin embargo, el factor que más pesará en la decisión es el precio esperado del maíz, presumiblemente alto para la mayoría de los analistas.

Desde el punto de vista de negocio en la elección del cultivo también debe tomarse en cuenta la rentabilidad esperada del cultivo.

Como ejemplo tomemos tres zonas agroclimáticas; la parte más al norte tiene precipitaciones de 400 a 500 milímetros; una zona intermedia con precipitación de 500-600 milímetros y otra más con 600 a 700 milímetros de precipitación media anual.

De estas  tres  regiones,  la ubicada en el

norte tiene índices de siniestralidad mayores a 40% para maíz y sorgo en condiciones de temporal, por lo cual es una zona altamente riesgosa; sin embargo, en la zona intermedia y en la situada más al sur la siniestralidad es menor a 15 por ciento.

PREGUNTAS

1. Describe según la noticia cuáles son los factores importantes para que se de la siembra de estos dos productos.
2. Al ser tú el agricultor tienes que tomar en cuenta, la disponibilidad del agua y el precio esperado. Haz una gráfica con la oferta y demanda de maíz y otra del sorgo ¿qué sucede en esta gráfica si el agua escasea o su precio aumenta? Qué va a pasar con el precio esperado?
3. Tu terreno es de una hectárea y no sabes si sembrar maíz o sorgo. El maíz se está utilizando además de alimento como energético para producir etanol. Explica cuál va a ser tu decisión de siembra de acuerdo a estos factores.
4. De acuerdo con la noticia y tomando en cuenta tus respuestas anteriores ¿en qué zonas sembrarías sorgo y en cuáles maíz?