En casa los únicos desastres fueron un par de huevos quebrados, una barba mal afeitada y dos niños sin vestir. La falta de un indicio evidente de destrucción nos mantuvo en calma. A excepción de la falta de energía eléctrica, no teníamos nada qué lamentar. Incluso mi hermano y yo nos reíamos recordando al cómico locutor de radio que apenas un par de minutos anteshabía dicho con sorna “¡está temblando, está temblando!”. Se llamaba Sergio Rod y en aquel momento ya había muerto. Era el 19 de septiembre de 1985. Frente a la casa, un par de albañiles revisaban una barda que se les había caído. Los vi al asomarme por la ventana para observar a mis padres dentro del coche mientras escuchaban la radio. Cuando volvieron sus caras habían cambiado. Según las noticias el centro de la ciudad era un caos, varios edificios estaban destruidos, entre ellos el emblemático Hotel Regis y la sede de Televisa en Avenida Chapultepec. La estación de radio que solía sintonizar mi padre todas las mañanas, por supuesto, había desaparecido.
Carlos López-Aguirre, “La bofetada del Señor Richter”, en La gaceta de la Universidad de Guadalajara, disponible en: http://www.gaceta.udg.mx/G_nota1.php?id=12511 Consultado el 21 de octubre de 2016. (Fragmento).
4. ¿En que voz narrativa está escrita la crónica y por qué?
a) En segunda persona porque trata de algo que pasó hace tiempo.
b) En primera persona porque narra algo que afectó a muchas personas.
c) En tercera persona porque el narrador trata de ser objetivo.
d) En primera persona porque el autor fue testigo de los hechos.
e) En segunda persona porque el narrador vivió los hechos cuando era niño.
|