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¿Cómo puede un orientador mantenerse actualizado en su profesión?

1. Autodiagnóstico
Para actualizarse, el primer paso es llevar a cabo un autodiagnóstico; es decir, un análisis que se centre en usted con el fin de saber con qué elementos cuenta y cuáles necesita para desempeñar su labor de manera significativa. Le sugerimos que revise:

a. Factores internos. Analice sus intereses, aptitudes, valores, rasgos de personalidad y habilidades intelectuales. Revalore las funciones del orientador en general y la correspondencia entre éstas y sus características personales. Pregúntese: ¿Cuáles son mis aptitudes como orientador? ¿Considero valioso orientar a los jóvenes? ¿Qué tipo de actividades se me dificultan debido a mis rasgos de personalidad? ¿Qué áreas de la orientación me gustan más?
b. Factores externos. Además de sus características personales, es muy importante que valore su papel como orientador en los contextos inmediato, comunitario y global. Reflexione acerca de: ¿Qué tipo de orientación necesitan los jóvenes de hoy? ¿Qué necesito saber acerca del entorno para desarrollar mejor mi trabajo? ¿Creo que algo puede cambiar como producto de mi intervención?
c. Toma de decisión. Cada semestre, decida cómo continuar su labor como orientador. Piense si la afinidad, la inversión de tiempo, los costos, la vigencia, la remuneración y el mercado de trabajo le satisfacen o si ha llegado el momento de actualizarse para incrementar sus oportunidades de desarrollo profesional.
d. Plan de vida y carrera. La labor del orientador plantea metas, formas de acción y, en ocasiones, formas de vida. ¿Constituyen éstas mis mejores opciones? ¿Qué oportunidades vislumbro? ¿Qué obstáculos se pueden presentar? ¿Cuáles son mis metas a cumplir a corto, mediano y largo plazo dentro de mi profesión?