En las primeras décadas de vida independiente de México, las diferentes facciones políticas establecieron un debate que en ocasiones llegó a las armas, debido a la forma de gobierno que tendría la nueva nación.
Las opciones iniciales fueron la monarquía y la república; sin embargo, el fracaso del Imperio de Agustín de Iturbide llevó a una reconfiguración del panorama político nacional al darse una división en el seno del bando republicano entre los centralistas, ex monárquicos que se apegaban al modelo de gobierno español, y los federalistas, antiguos insurgentes que deseaban aplicar el modelo estadounidense en el país. Tras finalizar la guerra contra Estados Unidos en 1848, estos grupos se transformaron en conservadores y liberales, respectivamente.
La lucha por la definición política del país se gestó en medio de grandes eventos adversos para la nación, tales como una crisis económica recurrente que impidió la recuperación financiera del país; golpes de Estado continuos, que en poco ayudaron a la unión nacional; la pérdida de territorio debida a la independencia de Texas; la venta de los actuales estados de California, Arizona, Nuevo México y porciones de Nevada y Colorado; así como intervenciones extranjeras encabezadas por Francia y Estados Unidos.
En cambio, el desarrollo artístico y cultural del país continuó floreciendo, ahora caracterizado por la búsqueda de un camino propio que se desarrolló en medio de la ruptura y la continuidad, y que, con el paso del tiempo, se constituiría en lo que hoy en día es “lo mexicano”.
Art. 1. Se autoriza al gobierno para proporcionarse hasta quince millones de pesos, a fin de continuar la guerra contra los Estados Unidos del Norte, hipotecando o vendiendo en subasta pública bienes de manos muertas, al efecto indicado.
Art. 2. Se exceptúan de la facultad anterior:
Primero: Los bienes de los hospitales, hospicios, casas de beneficencia, colegios y establecimientos de instrucción pública de ambos sexos, cuyos individuos no estén ligados por voto alguno monástico, y los destinados a la manutención de presos.
Segundo: Las capellanías, beneficios y fundación en que se suceda por derecho de sangre o de abolengo, y en las que los últimos nombramientos se hayan hecho en virtud de tal derecho.
Tercero: Los vasos sagrados, paramentos y demás objetos indispensables al culto.
Cuarto: Los bienes de los conventos de religiosas, bastantes para dotar a razón de seis mil pesos a cada una de las existentes.
Art. 3. El gobierno no podrá exigir la redención de los capitales de manos muertas de plazo cumplido, impuesto sobre fincas urbanas, sino por trigésimas partes mensuales, haciendo en beneficio de los censatarios, la quinta de una cuarta parte y la condonación de réditos desde la primera exhibición, siempre que las ulteriores se paguen con puntualidad.
Art. 4. Al ocupar el gobierno los capitales de manos muertas, reconocidos sobre fincas rústicas, se limitará a cobrar los réditos sin exigir la redención; pero si los deudores quisieren verificarlos, podrán hacerlo con la rebaja de una mitad siendo irredimibles, con la de una tercer parte siendo de plazo por cumplir, y de una cuarta si aquél estuviera cumplido. Si el censatario en el término fijado por el gobierno no se acogiere al arreglo anterior y se enajenare su crédito, el cesionario no podrá exigir el pago sino después de seis años, contados desde la publicación de esta ley, a no ser que por el contrario disfruten de mayor término.
Art. 8. El gobierno, en ninguno de los contratos que emanen de esta ley, podrá admitir en lugar del numerario fijado, en los artículos anteriores, papel ni créditos de ninguna clase, que no sean los bonos expedidos en virtud del decreto del 19 de noviembre último.
Tampoco podrá aplicar sus productos a otro objeto, que a cubrir sus presupuestos de las tropas destinadas a defender el territorio nacional.
Art. 11. La autorización de que habla el art. 1o. cesará luego que termine la guerra.
Art. 12. El gobierno invertirá precisamente un millón de pesos en comprar armamento, destinada la mitad de éste para los Estados fronterizos y las naciones con las cuales estuviere en guerra la República, y la otra mitad para los demás Estados.
Art. 13. El gobierno dará cuenta al Congreso mensualmente, de las cantidades que se proporcionen en virtud de este decreto, a inversión que les diere.
La Desamortización de los bienes eclesiásticos ideada por Valentín Gómez Farías
para financiar la guerra contra Estados Unidos.
Polk estaba impaciente y dispuesto a todo. El proyecto de apoderarse del oeste estaba preparado. Desde antes, el cónsul norteamericano en California tenía instrucciones para repetir el episodio texano. Así, al llegar la noticia del fracaso de Slindell, Polk ordenó, el 13 de enero de 1846, al general Zachary Taylor ocupar el terreno entre el Nueces y el río Grande, es decir, territorio mexicano o en el peor de los casos, territorio en disputa.
En cuanto llegó a Washington un escueto mensaje de Taylor sobre un incidente del 25 de abril entre las tropas de los dos países, Polk envió su declaración de guerra al congreso. El 12 de mayo se discutió. El mensaje acusaba a México de agravios infinitos y de haber invadido “nuestro territorio, derramado sangre de nuestros ciudadanos en territorio norteamericano”. La oposición se negó a aceptar la versión de Polk, mas el congreso aprobó la declaración de guerra por 40 votos a 2 en el senado, y de 174 a 14 en la cámara. Los whings sostuvieron que era una guerra de conquista, pero aprobaron dinero y hombres para emprenderla.
Para entonces, habían tenido lugar las dos primeras derrotas mexicanas, el 8 y 9 de mayo, en Palo Alto y Resaca de Palma, y después de ocupar Matamoros, Taylor se internó en el país, demostrando que la declaración de que sólo intentaba defender la frontera de Texas, era falsa. En la capital la noticia de las derrotas causó asombro y reacción contra el gobierno de Paredes y el centralismo. Se convocó a los departamentos a colaborar con hombres y se discutieron formas de obtener recursos. No fue sino el 7 de julio que el congreso declaró que existía “estado de guerra” y que “la nación, repelerá la agresión que los Estados Unidos de América han iniciado y sostienen contra la República Mexicana”. La situación mexicana era desesperada. Sin recursos, sin aliados y sin cohesión, con un ejército que no era profesional, cuyas armas eran obsoletas y su artillería de corto alcance.
Fuente: Josefina Vázquez, “Los primeros tropiezos”, Historia General de México, El Colegio de México, México, 2000, pp. 527-582.
En diciembre de 1839, a su paso por Manga de Clavo a invitación de Santa Anna, la marquesa Calderón de la Barca, esposa del primer ministro plenipotenciario de España en México, opinaba del político y militar mexicano:
Muy señor, de buen ver, vestido con sencillez, con una sombra de melancolía en el semblante, con una sola pierna, con algo peculiar del inválido, y, para nosotros, la persona más interesante de todo el grupo. De color cetrino, hermosos ojos negros, de suave y penetrante mirada, e interesante la expresión de su rostro. No conociendo la historia de su pasado, se podría decir que es un filósofo que vive en digno retraimiento, que es un hombre que, después de haber vivido en el mundo, ha encontrado que todo en él es vanidad o ingratitud, y si alguna vez se le pudiera persuadir en abandonar su retiro, sólo lo haría, al igual que Cincinato, para beneficio de su país. (…)
Se le notaba a veces una expresión de angustia en la mirada, especialmente cuando habla de su pierna, amputada debajo de la rodilla. Hablaba de ella con frecuencia, como Sir John Ramorny de su mano ensangrentada, y al contar la manera como le hirieron, y alude a los franceses, su semblante adquiere el mismo aire de amargura que debe haber tenido el de Ramorny cuando hablaba de “Enrique el Herrero”.
Por lo demás, estuvo muy agradable. Habló mucho de los Estados Unidos y de las personas que allí ha conocido, y sus modales revelaban calma y caballerosidad, y en conjunto resultó ser un héroe mucho más fino de lo que yo me esperaba. Si hemos de juzgar por el pasado, no habrá de permanecer largo tiempo en su actual estado de inacción, ya que además, según Zavala, posee en su interior un principio de acción que le impulsa siempre a obrar.
Madame Calderón de la Barca, La vida en México,
Porrúa, “Sepan cuántos…”, núm. 74, México, 1974, p. 26.
Instrucciones
1. Completa el siguiente cuadro comparativo de las constituciones mexicanas del siglo XIX.
Constitución | Forma de gobierno y duración del periodo gubernamental |
Ideología en la que se sustenta (liberal o conservadora) |
División territorial y administrativa del territorio |
Educación | Actividades económicas |
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1824 | |||||
Bases Orgánicas |
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Siete Leyes | |||||
1857 |
2. Investiga cuál era la Constitución que regía al país durante la guerra contra Estados.
3. “El tema de la Constitución fue un factor determinante para la derrota mexicana durante la guerra frente a EU”, ¿qué tan de acuerdo estás con esta sentencia? Justifica respuesta por medio de argumentos.
4. La constitución de 1857 resolvió los problemas sociales y económicos del país y fué aceptada por unanimidad por todos los grupos políticos”, ¿qué tan de acuerdo estásncúomnero 4. esta sentencia? Justifica tu respuesta por medio de argumentos.
Instrucciones
1. A continuación, deberás investigar políticas y económicas del país durante el periodo de 1821 hasta 1899
Número de presidentes,durante este periodo | |
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Número de presidentes de origen civil |
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Número de presidentes de origen militar |
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Número de presidentes pertenecientes a la masonería |
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Monto de la deuda externa durante ese periodo |
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Países con quienes México había contraído deudas |
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Número de levantamientos armados ocurridos durante ese periodo |
2. ¿Qué explican estos datos?, ¿cuáles son tu conclusiones al respecto?
Instrucciones:
1. Localiza y analiza con detenimiento los tratados Mc Lane-Ocampo y Mon- Almonte.
2. Investiga el contexto durante el cual fueron suscritos estos tratados.
3. “Durante los acontecimientos que ocurrieron durante el siglo XIX los liberales dieron muestra de un gran nacionalismo y todas sus acciones fueron en beneficio de la República”, ¿qué tan de acuerdo estás con esta sentencia? Justifica tu respuesta con argumentos.
4. Investiga qué es la Historia Maniquea.
5. ¿Cómo es narrada y explicada la historia del siglo XIX mexicano?
Instrucciones
1. Localiza en YouTube los siguientes corridos y analízalos con detenimiento:
2. ¿Estos considerados como una fuente histórica?, ¿por qué?
3. ¿Qué información sobre el movimiento insurgente brindan estos corridos?
4. “Estos corridos refuerzan la historia oficial”, ¿qué tan de acuerdo estás con esta sentencia? Justifica tu respuesta con argumentos.
Instrucciones
1. Localiza en YouTube las siguientes canciones y analízalas con detenimiento:
2. Siguiendo estas fuentes, ¿qué fue el Batallón de San Patricio?
3. ¿Qué importancia tuvieron dichos factores en la guerra entre México y Estados Unidos?
4. ¿Cuál fue el fin del batallón?
Karl Nebel, arquitecto, viajero y artista alemán que encontró en nuestro territorio un escenario que le impactó y motivó para plasmar magistralmente en sus dibujos sus experiencias emotivas acerca del México del siglo XIX, recreó con su pluma las formas enigmáticas e impresionantes del arte prehispánico, los rasgos arquitectónicos de las ciudades y los tipos populares de la sociedad mexicana de la época, creando además 12 pinturas con las imágenes de las acciones militares entre el ejército estadounidense y el mexicano.
Nebel inició su labor artística en México durante su primera estancia, de 1829 a 1834, y escribió que había escogido nuestro país para realizar su obra porque le interesaba la historia mexicana. En este periodo recorrió tres regiones: el centro del país, Veracruz y la región minera de Zacatecas y Guanajuato. De esta experiencia surgieron pinturas de Teotihuacan, Xochicalco, el Tajín, Papantla y otras que ilustran la naturaleza, los tipos de población y los paisajes que muestran lo más representativo de varias ciudades. Como dato curioso de éstas, una de sus litografías, Panorámica de Guanajuato, se reprodujo en los billetes de 10 pesos emitidos por el Banco de México que circularon casi hasta el final del siglo XX. Con el material que había obtenido, se publicó años más tarde el libro Viaje pintoresco y arqueológico sobre la parte más interesante de la República Mexicana.
Las actividades de Nebel en su segunda estancia (1840-1848) se orientaron, primero, a su interés hacia la arquitectura y segundo, a plasmar en sus pinturas y dibujos las acciones de la guerra entre México y Estados Unidos. En la capital formó parte de la comisión que evaluó la solidez del teatro que construyó el arquitecto Lorenzo de la Hidalga, a raíz de la caída de uno de sus muros. En Jalisco, el gobierno le encargó el plano de una penitenciaría; después diseñó una casa de pobres en Veracruz y presentó un proyecto para la casa de los inválidos que pretendía construir el presidente López de Santa Anna.
En 1847, la vida cotidiana de los mexicanos se vio afectada por la guerra con Estados Unidos. Debido a los testimonios del reportero estadounidense George Wilkins Kendall, editor del periódico Picayune de Nueva Orleáns, se sabe que Nebel se encontraba en México pintando las acciones militares en la capital del país. Ese reportero y editor negoció con Nebel para que ilustrara lo que aquél escribiera de la guerra. Fueron en total 12 vistas: La batalla de Palo Alto, Monterrey, Buena Vista, Veracruz, Cerro Gordo, Contreras, Churubusco, dos del Molino del Rey, dos de Chapultepec y La entrada de Scott a México.
La fidelidad en la representación de los lugares y de las acciones en las litografías del artista se debe a que se documentaba en las referencias de periódicos y revistas, tanto mexicanas como estadounidenses.
Para reproducir las pinturas, el autor y Kendall eligieron a la empresa parisiense Lemercier, que había realizado ya algunas litografías para el álbum Viaje pintoresco, de Nebel.
Los litógrafos franceses copiaron en piedra las 12 pinturas, trabajando más de 60 técnicos en la impresión y la iluminación. Destaca, en sus litografías, la representación exacta de los elementos naturales, la luz y el precioso colorido de la vegetación. Los grabados se imprimieron en dos tintas, sepia y negro, en distintas tonalidades, y el contorno de los detalles se delinearon aplicando colores a mano.
El libro de Kendall con las 12 litografías de Nebel es una obra maestra de impresión y tipografía, es el impulso por retener en la mirada y en la memoria esos momentos intensos de una etapa del México del siglo XIX.